La espeleóloga herida, médico de profesión y perteneciente al Speleo Club de Dijón, sufre, según el parte médico, rotura de codo y pelvis, con traumatismo renal y fractura de vejiga, lo que motivó que las labores de rescate fueran muy complicadas.

El suceso se produjo a mediodía del martes, cuando Sandine Laurence inspeccionaba la cavidad en compañía de su marido, Patrik Philippe, y de Guy Geworges. Al colocar unas cuerdas en una de las paredes de la cueva se produjo un despendimiento de rocas, que alcanzaron a la mujer.

Comprobada la gravedad de las lesiones sufridas, Patrik Philippe alcanzó la superficie sobre las 19,30 horas del martes y se dirigió hasta el pueblo cántabro de Asón, en donde dio aviso del suceso.

Horas después, efectivos de espeleo-rescate de diversas provincias españolas, equipos del Greim de la Guardia Civil y de Protección Civil -en total unas 80 personas-, coordinados por la Delegación del Gobierno en Cantabria, iniciaron las tareas de rescate que concluyeron en la madrugada de hoy.

CUEVA DESCONOCIDA

La sima en la que se produjo el accidente de Sandine Laurence es una de las no exploradas dentro del entramado de cavidades que recorren el subsuelo de Cantabria.

Desde hace dos años, los miembros de Speleo Club de Dijón exploran la cueva con el fin de realizar un mapa de la misma. Los únicos datos que se conocen de la cavidad, que aún no tiene nombre y no está catalogada, es que cuenta con un desarrollo horizontal de 2,5 kilómetros, co roca de mala calidad (arenisca), pozos de hasta 40 metros de profundidad y pasos estrechos.

Para acceder a la boca de la gruta es necesario un traslado en todo-terreno de una hora de duración y una caminata de 45 minutos. Esta complicada ruta y las adversas condiciones climatológicas (niebla y lluvia) dificultaron ayer las tareas de rescate.