Castellano comentó que "la ilegalización de los partidos sólo puede ser consecuencia de que todos y cada uno de sus militantes, de forma clara y diáfana, se pronunciaran acerca de que el objetivo de su partido es, ni más ni menos, la conculcación no sólo del orden constitucional sino de los derechos humanos, de la democracia y de los valores esenciales de la vida humana; y esono se produce en ningún caso".

El dirigente político manifestó que la ilegalización de un partido es un asunto muy grave porque se estaría negando a los ciudadanos la posibilidad de afiliarse o de votar a esa agrupación política.

"Si la dirección de una organización, uno por uno, persona a persona, comete determinados delitos, puede ser objeto de enjuiciamiento, pero no se puede privar a ningún ciudadano del derecho de asociación. Eso es gravísimo", comentó Castellano.

Por último, el portavo de IU añadió que "la ilegalización de un partido sólo se puede realizar en un momento determinado y con unas circunstancias muy concretas que definan al partido como asociación ilegal e ilegítima por los tribunales".