Atutxa señaló que pondrá en marcha un dispositivo especial para impedir que "desde el ejercicio dela violencia, al que tanto nos tienen habituados quienes son los convocantes de una huelga ilegal, puedan ejercer también mañana esa presión".

El consejero dijo que la imposición por la fuerza del seguimiento de la huelga supone incurrir en una responsabilidad administrativa que puede conllevar sanciones de entre 50.000 pesetas y 5 millones.

Para garantizar el orden en las calles y el libre tránsito de los medios de comunicación, la Ertzaintza estará presente en las calles, transportes públicos, entros escolares y "allí donde nos llamen", con el fin de servir de "apoyo" a quienes deseen acudir a su trabajo.

Atutxa añadió que mañana, a la actuación de la Policía Autónoma Vasca debe añadirse el esfuerzo de los ciudadanos, a los que ha pedido que hagan "un esfuerzo de firmeza" y que no se dejen influir por "el chantaje y la imposición de los intolerantes".

"No hay otra fórmula que consiga evitar el miedo. Somos conscientes de que el miedo es libre, pero también es nuestra obligación garantiar la seguridad y hacer este llamamiento de serenidad y de firmeza ante quienes tratan de imponer por la fuerza sus pretensiones", dijo.