"No soy partidario de ninguna imposición (a los medios de comunicación). Ni siquiera de una recomendación", manifiesta el vicepresidente en una entrevista que publica hoy "El Mundo". "El Gbierno lo que tiene que hacer es facilitar a los periodistas una información mejor y más cercana; e invitarles, sólo invitarles, a que la usen con sentido de Estado", añadió.

Sobre el anuncio de endurecer las medidas legales contra el terrorismo y su órbita, Alvarez-Cascos indica que el Gobierno "tiene un mandato moral y una obligación política para liderar esos nuevos impulsos de la lucha contra el terrorismo. Pero no pretendemos ser ni el único motor, ni la única fuente de inspiración en la toma de niciativas. Quiero decir que el Parlamento tiene también su responsabilidad; como la tienen los partidos políticos, los jueces y fiscales, los medios de comunicación, las fuerzas y cuerpos de seguridad, el Gobierno autónomo vasco... Y no agoto el catálogo".

Francisco Alvarez-Cascos apela a la agilidad de los jueces que trabajan en casos de apología del terrorismo. En concreto, sobre el juicio a los miembros de la Mesa Nacional de HB, el vicepresidente advierte que "la Justicia que se retrasa deja de sr eficaz".

Sobre la situación de ETA, Alvarez-Cascos considera que "después de 816 asesinatos, están tan instalados en un nivel de irracionalidad tan irreversible que se hace necesario un esfuerzo supremo de cordura para interpretar en claves de irracionalidad lo que está pasando".

Por ello, estima que "el final de ETA va a ser muy malo, muy lacerante, muy cruento y muy cruel: como toda salida sin salida, a la desesperada. No aceptará un abandono voluntario de las armas, porque hablamos de una pada de fanáticos, y a los fanáticos no se les puede persuadir".

AZNAR, SIN ALTIBAJOS

Por otra parte, el 'número dos' del Gobierno describe al presidente José María Aznar, en otra parte de la entrevista, como una persona que "transmite pocas emociones", pero al mismo tiempo tiene una personalidad "imaginativa" y "sin altibajos".

"Con ese temperamento suyo, reflexivo, secundario, que transmite muy pocas emociones, es difícil interpretarle por sus gestos. A Aznar hay que verle siempre en clave de l acción, en el día a día. Hay en él una línea de estado de ánimo muy sostenida, sin altibajos", indica.