HAY QUE ECHAR A LOS HIJOS DE CASA SI SE EMPEÑAN EN VIVIR DE LA FAMILIA, SEGUN UN INVESTIGADOR

MADRID
SERVIMEDIA

Echar de casa a los hijos jóvenes si no encuentran trabajo en un plazo de tiempo determinado por los padres, sin aceptar sus chantajes emocionales y sin perder el sentid del humor: ése es el consejo del profesor Gerardo Castillo, investigador del Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad de Navarra, una institución académica del Opus Dei.

Gerardo Castillo, autor de un libro de próxima publicación significativamente titulado "Cautivos de la adolescencia", expuso estas contundentes opiniones durante los cursos de verano de la Universidad de Navarra en un curso sobre la educación de los hijos adolescentes, según informó el citado centro académico.

En u opinión, el primer paso para empujar a los hijos a la emancipación pasa por "establecer unas responsabilidades que fomenten su participación en la familia. Se les puede pagar, por ejemplo, el dormitorio y la comida, pero con la condición de que los caprichos se los sufraguen ellos mismos. De esta manera, buscarán trabajos temporales con los que estarán dando el primer paso para lograr una mayor autonomía".

En el caso de que los vástagos no capten el mensaje y sigan adoptando una actitud pasiva, esteprofesor recomienda "hablar de forma clara con ellos y explicarles que disponen de un plazo de tiempo para buscar trabajo, tras el cual deben abandonar el hogar familiar".

"Por el bien de sus hijos", añade, "los padres deben mantenerse firmes con su decisión porque la experiencia demuestra que sólo cuando lanzas a los adolescentes a la vida aprenden realmente a vivir. En cualquier caso, lo más efectivo es educar la voluntad de los hijos desde edades tempranas; sin dejarse impresionar por sus chantajesafectivos, pero evitando choques, con sentido del humor".

A su juicio, "está comprobado que algunos jóvenes no buscan realmente trabajo, es decir, adoptan una actitud pasiva y esperan que las ofertas llamen a su puerta. Otros exigen unas condiciones laborales difíciles de lograr en un primer trabajo; así, rechazan todo aquello que no esté bien remunerado, próximo a su hogar, con horarios flexibles, etc. La actual situación de desempleo juvenil debería ser un reto para desarrollar nuevas iniciativas, frmarse y perserverar en su esfuerzo por conseguir un trabajo. Sin embargo, se convierte en la excusa ideal para aquéllos que optan por la ley del mínimo esfuerzo".

Para Castillo, "el miedo a vivir peor" y "el miedo a vivir por su cuenta" son las auténticas causas que explican el temor de muchos hijos a abandonar el nido familiar.

"Hay jóvenes", señala, "que desde pequeños han desarrollado unos hábitos consumistas y unas necesidades que les tienen atrapados. Se han acostumbrado a disponer de mucha cosas y a vivir como en un hotel, donde la madre-asistenta les hace todo, sin que por ello se les exija nada a cambio. Incluso, algunos hijos ahorran todo el sueldo y disfrutan de todos los derechos, mientras que ellos no aceptan deberes ni responsabilidades. Por otro lado, les aterroriza tomar las riendas de su vida y adoptar decisiones".

(SERVIMEDIA)
29 Ago 1997
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