En una entrevista concedida a Servimedia, Martínez defendió que las tarifas de Paradores "están en sintonía con la media del mercado y permiten que los jóvenes puedan ir a ellos".

De hecho, remarcó que una de sus prioridades es "conseguir que los jóvenes de entre 20 y 35 años vayan más a los paradores, que actualmente tienen una clientela con una media de edad superior a los 40 años".

Para ello, la cadena hotelera pública prevé intensificar las promociones dirigidas a jóvenes y potenciar las nuevas tecnologías, "una herramienta muy importante de cara a estos clientes", destacó.

A este respecto, apuntó que desde la puesta en marcha del "Escaparate virtual" de Paradores, el pasado mes de enero, las ventas por Internet han pasado de representar el 9% al 15% en pocas semanas.

IMPACTO DE LA CRISIS

En cuanto al impacto de la crisis en Paradores, Martínez indicó que el efecto empezó a notarse en el último trimestre de 2008, lo que llevó a cerrar el año con un retroceso de la demanda del 6%. Para el presidente de Paradores, esta caída, que afectó más a las pernoctaciones que al servicio de restauración, puede calificarse como "moderada".

Para 2009, "el objetivo es intentar repetir resultados (270 millones de euros de facturación en 2008)", señaló Martínez, quien lamenta que a la mala situación económica se ha sumado la mala climatología en las primeras semanas del año.

Sin embargo, destacó que la situación mejoró algo en febrero gracias a que en el fin de semana de San Valentín la ocupación alcanzó el 93%, mientras que las reservas para el mes de abril son superiores a las de 2008, gracias a la Semana Santa. Con ello, espera que "a partir de la mitad del año se pueda ver la luz de la reactivación económica".

Asimismo, Martínez señaló que "hay muchos países interesados en imitar la idea de Paradores, que es una empresa pública hotelera única en el mundo".

"Estamos analizando cómo poner en marcha un sistema que nos permita exportar la idea de Paradores", agregó Martínez, quien reveló que países como Arabia Saudí, Omán, Turquía o México se han mostrado interesados en crear su propia cadena pública.