La novedad de este estudio sobre "Comunicación gestual y prosódica del bebé", que fue presentado hoy en Madrid, es que analiza las expresión faciales y bucales de los bebés como vía de comunicación para expresar sus emociones, según afirmó Mariano Chóliz, profesor de la Facultad de Psicología de Valencia.

Hasta los seis meses los niños utilizan el llanto para expresar emociones diferentes, como la ira, el dolor, el miedo o la tristeza. A partir de los seis meses los expertos comprobaron que el niño aprende a utilizar otros mecanismos fruto de la maduración y la educación.

Ante un estímulo que les produce miedo, por ejemplo, los niños comienzan a sustituir la reacción de llorar por otras, como intentar huir, quitar la vista del objeto que les produce esa sensación o buscar la protección de su cuidador.

"A partir de seis meses los padres deben atender el llanto sólo en caso estrictamente necesario, porque de lo contrario el bebé aprende que llorando consigue cosas", aseguró Enrique García, catedrático del Departamento de Psicología Básica II de la UNED.

El estudio ha contado con la participación de 43 neonatos, 26 niños y 17 niñas, que fueron estudiados con técnicas de vídeo y audio. Los bebés fueron estimulados de diferentes formas para provocarles emociones.

Para conseguir que sintieran miedo se utilizaron ruidos, para provocar alegría bastó con desarrollar juegos con ellos, y en el caso del dolor, los expertos aprovecharon el momento de las vacunas para analizar las reacciones de los pequeños.

En los próximos meses se publicará una guía práctica con todos los resultados del estudio. "Queremos que sirva no sólo para padres, sino también para profesionales que trabajen con niños", indicó Chóliz.