Sin embargo, Aznar se levantó esta mañana en el Hotel Hayatt de Rabat sin el convencimiento de que el rey se fuera a dignar a recibirle en audiencia durante su visita al país magrebí. Una circunstancia ésta asumida de antemano por la delegación del PP que le acompaña, incluída su esposa, Ana Botella.

Como mal menor, pensaban los miembros de la delegación y los enviados especiales de los medios de comunicación, tendría que esperar horas para que le recibiera. En la mente de todos estaban incidentes cmo el protagonizado por la reina Isabel II de Inglaterra, a la que el soberano alahuita no recibió, o las tardanzas del monarca durante sus visitas a España.

En esta ocasión, la señal de alarma la dio el Palacio Real marroquí, cambiando anoche la hora de la visita, que estaba prevista inicialmente para las 18,30 de hoy y que se adelantaba a las 12,30 del mediodía. Así pues, toda la comitiva española, incluídos los periodistas, que también forman parte de la delegación, se dispusieron desde primera hor a aguardar con temple el momento cumbre de la visita de José María Aznar.

Corresponsales de medios españoles acreditados en Rabat que se sumaban a la comitiva aseguraban que la reunión con la mesa de la Parlamento marroquí se prolongaría hasta que llegara una llamada de palacio comunicando que el rey estaba dispuesto a recibir al presidente del PP.

Y la llamada llegó, sorprendentemente a las 11,45 horas, con el tiempo justo para recorrer en coche los 40 kilómetros que separan Rabat de uno de lospalacios del monarca marroquí, en el que iba a recibir a Aznar.

Cuando el grueso de la comitiva periodística, Aznar ya estaba despachando con Hassan. A la sorpresa inicial de la puntualidad (la entrevista comenzó a las 12,35, cinco minutos después de lo previsto) se unieron otras en cadena.

En primer lugar, la deferencia del heredero, Sidi Mohamed, que no tuvo reparo en ejercer de anfitrión con Ana Botella y el resto de la delegación en una sala contigua al despacho donde se desarrollaba la audiecia.

Después, las inusuales facilidades dadas a los medios de comunicación españoles para que tomaran imágenes, dentro y fuera del Palacio.

Un corresponsal español que tiene pedida entrevista con Hassan II desde hace varios meses, y que en dos años ha tenido oportunidad de verle en contadas ocasiones no podía dar crédito a lo que sucedía hoy en el citado palacio: primero llegaron las cámaras de Antena 3 y sacaron planos de Aznar y del rey en el despacho; luego, cuando llegó el resto de la caravan, TVE incluída, el rey no tuvo inconvenientes a que la conversación fuera interrumpida y volver a posar ante fotógrafos y reporteros.

Además, durante la hora y diez minutos que duró la audiencia, se pudo ver a algún consejero de Hassan bromeando con periodistas en el patio de caballerizas del palacio de reposo del monarca alahuita. Mientras, camareros que circulaban por el citado patio servían refrigerios a los informadores presentes.

Al final, Aznar y Hassan II volvieron a posar fuera del despaco y con los micrófonos delante, captando su conversación y el rey saludó uno por uno a toda la delegación, empezando por Ana Botella y terminando por el sobrino de Manuel Fraga, el diputado José María Robles Fraga, también con cámaras delante, a quien preguntó por su tío y le dijo que esperaba que el presidente de Galicia visitara pronto Marruecos.