Según el escrito de conclusiones provisionales, las amenazas se produjeron el 31 de octubre de 2000, después de que el juez Ruiz Polanco le comunicase su procesamiento por su supuesta implicación en el atentado que costó la vida de José María Martín Carpena, concejal del PP en Málaga, el pasado 15 de julio.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional considera probado que Iragi amenazó al juez y que no tuvo repars en repetírselo cuando Ruiz Polanco le preguntó si era cierto que había dicho que él iba a ser la próxima víctima de ETA.

Asimismo, el Ministerio Público sostiene que Iragi hizo extensivas sus amenazas al fiscal presente en el momento de los hechos, Jesús Santos, y a la secretaria juicial de Ruiz Polanco.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional considera que los hechos descritos son constitutivos de tres delitos de amenazas terroristas y pide para Iragi un total de 4 años de prisión, es decir, 16 mses cárcel por cada uno de ellos.

El episodio que ha dado lugar al juicio que se celebrará este viernes se produjo horas después del funeral celebrado a pocos metros de la Audiencia Nacional, en el Tribunal Supremo, por el magistrado de la Sala de lo Militar del Alto Tribunal y su chófer, asesinados un día antes en un atentado, en el que también murió el escolta del juez.

Tanto Guillermo Ruiz Polanco, como el fiscal Jesús Santos como la secretaria judicial han renunciado a las indemnizaciones quepudieran corresponderles como víctimas de los hechos narrados.

Iragi se encuentra en prisión desde el pasado 20 de octubre, por los presuntos delitos de pertenencia a banda armada, tenencia de explosivos, robo de vehículo y falsificación.

Este presunto miembro de ETA fue detenido en Sevilla tras una persecución policial en la que resultó herido de un balazo en el brazo, después de que el "comando Andalucía" asesinara al médico militar Antonio Muñoz Cariñanos.