Las identidades de los dos muchachos fallecidos, que, al parecer, se subieron al aparato en Cuba con la intención de viajar a España como polizones, son José Manuel Acevedo Cardenas, nacido en la localidad de Bedado, y Alepis Hernández Chacón, natural de La Habana, según informaron a Servimedia fuentes de la Guardia Civil.

El hallazgo de los cuerpos sin vida se produjo poco después de las cuatro menos cuarto de la tarde, tras aterrizar el vuelo de Iberia 944, rocedente de la capital cubana.

Los cadáveres fueron descubiertos por varios operarios del servicio de mantenimiento que revisaban la aeronave, antes de que saliese de nuevo con rumbo a San Juan de Puerto Rico.

Sobre las seis de la tarde, el juez de guardia acudió al aeropuerto para levantar los cuerpos y ordenó su traslado al Instituto Anatómico Forense con el fin de practicarles la autopsia.

La muerte de los jóvenes pudo estar provocada por las bajas temperaturas y el intenso frío que se gnera en los habitáculos semiexternos de los aviones cuando vuelan a gran altitud.

Esta no es la primera vez que disidentes políticos del régimen de Fidel Castro tratan de abandonar la isla escondidos en los trenes de aterrizajes. El pasado 18 de mayo, Leonardo M.G. consiguió llegar sano y salvo a España empleando ese método.

Tras su odisea, el refugiado declaró que pasó mucho frío y que aguantó durante todo el viaje fuertes ruidos, procedentes sobre todo de los motores del avión.