Un niño de 13 años encontró una bolsa con cuatro de los artefactos mientras jugaba en el barrio de Alaberga de Rentería. Tenían forma cilíndrica, de unos 30 centímetros, y estaban cargados con material explosivo y metralla.

El menor comunicó el hallazgo a la Policía local, que, tras rastrear la zona, encontró otros dos artefactos similares entre unos matorrales en una zona de difícil acceso. Las seis bombas estaban preparadas para hacer explosión. Unicamente habí que prender una mecha que salía de su interior.

La Policía investiga la procedencia de los artefactos y está tratando de localizar al autor o autores de su colocación, sin que, por el momento, se haya producido ninguna detención al respecto.