Según informaron fuentes del Gobierno Civil de La Coruña a Servimedia, los fallecidos son Juan Carlos Seijo Pedreira, de 25 años de edad, y Juan Francisco Cascales Brandariz, de 28 años, ambos vecinos de Culleredo (La Coruña).

El juez ordenó el precinto de las bobonas de oxígeno ya que el fallecimiento de los jóvenes podría deberse a "una mezcla incorrecta en el contenido de las bombonas", según informaron las mismas fuentes a esta agencia.

Los dos cuerpos fueron hallados con los equipos de buzo y con el manómetro, aparato que sirve para medir la presión de las bombonas, roto.

Juan Carlos Seijo y Juan Francisco Cascales eran "expertos buceadores y solían ir mucho a practicar pesca submarina", según el padre de una de las víctimas.