Fuentes de este departamento señalaron que la importancia de este enclave fue puesta de manifiesto con motivo de las investigaciones arqueológicas que se llevaron a cabo con ocasión del trazado de la conducción del gaseoducto Sevilla-Madrid.

Durante estos trabajos se detectaron elementos que indicaban la existencia de importantes restos históricos en la zona, por lo quese realizó una prospección que reveló la existencia de un poblado minero romano.

Los responsables de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha aseguran que, dado que en la zona se construye también el nuevo trazado de la carretera N-420, se establecieron contactos con el Ministerio de Obras Públicas para determinar el impacto ambiental de la misma y se fijó la necesidad de realizar estudios arqueológicos previos al trazado, para conocer y documentar la importancia del yacimiento.

Según los daos recabados hasta ahora, se trata de un poblado de la época romana, del siglo II antes de Cristo, cuya actividad era la explotación minera, relacionada con ciudades romanas como Sisapo y Castulo, situadas entre las actuales localidades jienenses de Linares y Bailén.

La situación estratégica de estos emplazamientos era privilegiada, según los expertos, dentro de la red comercial que existe en la meseta central de Andalucía.

En los estudios realizados se ha detectado la presencia de calles que conormaban el trazado viario y estructuras pertenecientes a viviendas y tiendas.