El objetivo es facilitar las necesidades del comercio, como ya se hace en otros aeropuertos del norte de Europa. Goizueta argumentó que la elección de esas cuatro ciudades se debe a causas "evidentes" en el caso de Madrid y Barcelona, por el gran volumen de mercancías que pasa por ellas, mientras que Zaragoza y Vitoria reciben cargas muy especializadas y perecederas, como pescado fresco.

Este plan ya se está poniendo a la práctica parcialmente, pero será plenamente operatio a finales de año, cuando se hayan atendido los condicionantes de medios humanos y técnicos que se requieren. En Madrid y Barcelona la aduana ya funciona las 24 horas del día, pero sólo para el tránsito de viajeros.

En cuanto al efecto recaudatorio que tendrá esta apertura, el director de Aduanas aseguró que la finalidad no es recaudar más, sino facilitar las importaciones, puesto que los derechos aduaneros que se cobran no van a parar a las arcas nacionales, sino a las de la Unión Europea.

Recooció que sí se producirá un efecto por la mayor cantidad de mercancías que entren por las aduanas españolas en el caso de la recaudación del IVA y de impuestos especiales, que sí que tienen una recaudación nacional, aunque señaló que hacer un cálculo concreto sería demasiado estimativo.

SERVICIO DE TELEADUANAS

Otra medida que se pondrá en marcha en los próximos meses es ofrecer la posibilidad de despachar por teleaduana los trámites burocráticos exigidos con la entrada de mercancías. Hasta ahora, elpapeleo se tenía que hacer físicamente, lo que retrasaba el paso.

Ahora los documentos exigibles serán enviados por vía informática a tiempo real para los operadores que se enganchen al servicio.

Goizueta recordó además que las grandes empresas importadoras ya disponen de la potestad de despachar aduanas directamente en sus propias instalaciones. Actualmente, gracias a este sistema, el 30% de las mercancías que entran en España pasan los trámites aduaneros directamente en las compañías destinataras.

El director de Aduanas aseguró que el objetivo de esta política es reducir el año que viene el plazo medio de la estancia de las mercancías en las aduanas a dos horas, lo que supondría un avance "sustancial".