El regidor de la Casa de la Villa aseguró que también serán multadas las personas que arrojen o abandonen en vías y lugares públicos jeringuillas o cualquier otro material utilizado para el consumo de drogas.

La cuantía de las sanciones oscilará etre 10.000 y 2.500.000 pesetas, según lo previsto en la Ley Orgánica de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública y la Ley General de Sanidad, así como en la Ordenanza General de Protección del Medio Ambiente.

Alvarez del Manzano justificó su decisión en el hecho de que mientras las instancias superiores no establezcan la penalización del consumo de drogas en público, "no se podrá abordar con garantías de éxito este grave problema".

En el bando, el alcalde de Madrid insiste en que ante la inxistencia de normas de rango superior, y en espera de las mismas, el Ayuntamiento ha decidido adoptar "las únicas medidas que están dentro de su competencia y que son conducentes a evitar el peligro de transmisión de enfermedades, como el que indudablemente se produce al arrojar en lugares públicos los utensilios, objetos y materias de desecho empleados en el uso de la droga".

A juicio de Alvarez del Manzano, este tipo de acciones constituyen un atentado contra la salud pública y contra el medio ambiete, "derechos ambos", prosigue el escrito, "reconocidos por la Constitución".

El actual equipo de gobierno municipal considera que la drogodependencia es una de las mayores lacras sociales de la actualidad. Para atajar el problema, el consistorio lleva a cabo una serie de programas de prevención y tratamiento dirigidos a los toxicómanos.

Sin embargo, el primer edil estima que ello no obsta para poner en práctica medidas precisas que garanticen la protección del derecho a la salud y a la convivenca del resto de los ciudadanos.

Finalmente, Alvarez del Manzano destacó que la Policía Municipal de Madrid velará por el cumplimiento de las disposiciones contenidas en el bando.