En Sevilla, por ejemplo, el pontífice pernoctó los días 12, 13 y 14 de junio en la sede del Arzobispado de la capital hispalense, en tanto que, en Madrid, ocupó la habitación de la Nunciatura reservada a su Santidad, las noches del 15 y 16 de junio.

Durante su primera visita a España, en 1982, Juan Pablo II ocupó las mismas estancias que en esta ocasión, para su descanso diario.

La habitación donde durmió el pontífice en el Arzobispado de Sevilla, situado en la Plaza de la Virgen de ls Reyes, es una estancia sencilla, amueblada con un pequeño escritorio, una mesilla de noche y un crucifijo encima de la cama, según informaron a esta agencia fuentes del Arzobispado.

En la Nunciatura de Madrid, situada en la Avenida de Pio XII, el portavoz de la entidad describió la habitación de Juan Pablo II como "una estancia de austeridad luminosa que recuerda al estilo franciscano".

Según su descripción, la morada papal está dividida en varios compartimentos: un despacho, la habitación -conun crucifijo sobre la cabecera de la cama y un reclinatorio- y el baño.

En ninguna de las estancias ocupadas por el Papa durante su viaje se han colocado placas conmemorativas de su paso por ellas.