En declaraciones a Servimedia, Gutiérrez expresó su oposición al proceso de privatizaciones de empresas públicas que está llevando a cabo el Gobierno de José María Aznar, y, en concreto, se mostró en desacuerdo con la privatización de Telefónica y Repsol.

En el caso de Telefónica, dijo que las telecomunicaciones son un sector estratégico y de mucho futuro, y explicó que Telefónica, en la etapa anterior, la de Cándido Velázquez, consiguió "grandes éxitos e nuevos mercados y éxitos en mercados que se nos presentaban muy difíciles, como los latinoamericanos".

"A mí me parece peligroso e innecesario haber procedido a una privatización tan rápida, e inmediatamente después a esta confluencia con la British Telecom. Me parece que Telefónica, más que beneficiarse de la British Telecom, va a servir de paje a los planes de expansión y de disputa por el mercado a nivel mundial a British Telecom y sus principales asociados", lamentó.

Otro proyecto de privatiación con el que se mostró en desacuerdo, "por innecesario y arriesgadísimo", según dijo, es el de Repsol. Explicó que es innecesario, "porque ya la presencia pública era muy pequeñita", y arriesgada, "porque Repsol tiene comprometidos proyectos de inversión industrial por valor de un billón de pesetas hasta el año 2000".

Para Gutiérrez, "una privatización hacia entidades financieras preferentemente puede comportar el riesgo de que se quiebre una gestión eminentemente industrial, para cambiarse por un gestión eminentemente financiera y, por lo tanto, dejar que caigan algunos proyectos industriales muy interesantes".

El líder de CCOO también mostró su oposición a las operaciones que se están llevando a cabo en el sector de las eléctricas. A este respecto, calificó de "muy arriesgada y discutible" la operación entre Endesa y Sevillana.