Este magnate de la prensa añadió que la justicia de Rusia no respeta la presunción de inocencia y que la fiscalía de dicho país le reclama por motivos políticos, argumentos estos que esgrimió ante Garzón para explicar por qué no quiere ser extraditado.

Gusisnky compareció ante Garzón para se informado de la petición de extradición solicitada por las autoridades de Rusia contra él, tal como establece el artículo 12.2 de la Ley de Extradición Pasiva.

Dado que Gusisnky no quiere ser extraditado, el juez Garzón remitirá ahora el caso a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, donde se estudiará si se dan las condiciones necesarias para que sea entregado a las autoridades rusas.

Gusisnky se encuentra en libertad bajo fianza de 1.000 millones de pesetas por orden de Garzón, quien, elpasado mes de diciembre, también dictó una serie de medidas cautelares contra el magnate ruso para asegurar su presencia durante el proceso de extradición.

La decisión de Garzón fue recurrida en apelación por la Fiscalía de la Audiencia Nacional, lo que será estudiado por la Sala de lo Penal este viernes, 2 de febrero.