"Eo es todo lo que tengo que decir. Todo lo demás es simplemente el hacer relatos concernientes a mi actividad diplomática de diez años, hacer relatos que cada cual es libre de hacerlos como quiera, pero que no soy libre de comentar (...) No pienso decir más y lo único que espero es que no sufra mi cariño por el pueblo español", agregó.

Según el ex embajador, "en estas situciones hay que cuidar también un poco la psique propia, porque cuando uno se ve incluido así en torrenciales que no se tienen en pie en cosas que no se comprenden, uno se empieza a preguntar: ¿tiene sentido todo lo que se ha querido hacer para echar una mano en momentos difíciles?".

"En estas situaciones, hay que evitar también tenerse lástima", añadió. "Por eso, lo mejor es alejarlo un poco y atenerse a lo que marca la ley, que es la que dice que tú, de lo que caiga en tu época de función pública no hablas, y se acabó".