Brunner fijará su residencia en Madrid, donde nació hace 62 años, y a partir de setiembre pasará a formar parte de los consejos de administración de las empresas alemanas Siemens y Mercedes Benz. Además, trabajará para una entidad bancaria y en el desarrollo de una fundación cultural.

Un portavoz de la embajada alemana confirmó a Servimedia que Brunner cesará en el cargo a finales de este mes y que estos días está fuera de Madrid disfrutando de unas vacaciones. Precisó que se reincorporará a su despacho la próxima semana.

En declaraciones a Radio Nacional de España, el diplomáico alemán aseguró que el principal cometido de su nueva etapa será "hacer algo para poder crear puestos de trabajo en España y que se aumenten las inversiones alemanas. Para que se preste más atención a la 'cosa' española dentro de la Comunidad Europea".

Brunner insistió en su deseo de continuar viviendo en Madrid. "Tengo una deuda con la sociedad madrileña y española, que me ha acogido muy bien", afirmó el embajador alemán.

"Ahora", comentó, "me tengo que quitar la carga protocolaria de tantas iestas nacionales, tantos cócteles, comidas y cenas. Hay que cambiar de ruta, pero no de lugar y de gente".

Brunner, embajador en España desde 1982, nació en el barrio madrileño de Chamberí en 1930. Licenciado en Derecho y Economía por las universidades de Heidelberg, Munich y Madrid, ha sido alcalde de Berlín, representante alemán en la ONU y comisario europeo durante seis años. Es miembro de las academias de Historia y Bellas Artes de San Fernando.

En mayo del pasado año, Brunner fue relacionad por el semanario alemán "Der Spiegel" con supuestos escándalos inmobiliarios, uno de ellos relativo al frustrado traslado del colegio alemán de la madrileña calle Concha Espina a las afueras de esta capital.

"Der Spiegel" aseguró entonces que con la salida de Brunner de la Embajada en España, "el Ministerio de Asuntos Exteriores de Bonn se va a librar de un caso problemático", dados los rumores que han corrido sobre "sus intereses en el mundo de los negocios".

Brunner tenía previsto haber abandoado la legación diplomática en España el pasado año, pero lo retrasó por la celebración de la Expo y los Juegos Olímpicos.

En una entrevista concedida el pasado mes de abril declaró: "Mi idea es haber pedido la excedencia antes, pero comprendo que este año, con los acontecimientos que hay, había que supeditar mi deseo. Hemos llegado a un entendimiento para el otoño de 1992".