En declaraciones realizadas ho a la Cadena Cope, Guevara añadió que "eso fue una barbaridad, como fue un error mayúsculo el planteamiento de los autobuses de afiliados (del PNV) llegando llenos de pancartas" para apoyar al lehendakari Juan José Ibarretxe.

El resultado fue, en su opinión, que "muchos vitorianos se sintieron violentados. Insisto en que el partido debe pedir disculpas por eso, y ser muy cuidadoso, porque el país se hace de muchas formas, una de ellas es también la del pacto, la prudencia, el respeto y el saber aguantrse".

Guevara aseguró que el PNV no puede sumar sus fuerzas con quienes, como Euskal Herritarrok, no condenan la violencia. "A mi", agregó, "no me vale ya que me digan que hay personas importantes en la izquierda abertzale dispuestas a apostar por las vías políticas. A mi las palabras ya no me sirven".

Expresó su confianza en que sus críticas sean como "una pedrada en el estanque" que sirva para "remover el agua quieta y se pueda aclarar el fondo". Según dijo, ha detectado en el PNV "desconcierto como mínimo una cierta confusión, un sentimiento de 'espero que nuestros dirigentes sepan lo que están haciendo y sepan adónde vamos".