Gonzále acudirá a esta reunión de la Ejecutiva, que analizará el desastre electoral socialista del pasado 12 de junio, con el renovado y explícito apoyo de Jordi Pujol, que ha garantizado el respaldo parlamentario de CIU a la actual política económica, que el presidente quiere mantener a toda costa por considerar que responde a las necesidades del país en este momento.

Algunos guerristas expondrán en la reunión que, sin abandonar el acuerdo con CiU, es necesario abrir el diálogo con los sindicatos y con las rganizaciones sociales, porque los "ciudadanos tienen la percepción de que la política se está derechizando por el contacto constante con una fuerza conservadora, como CIU".

Miembros moderados de este sector aseguran que el mensaje inicial que transmitió Felipe González desde Colombia "sentó mal al partido", al ser traducido como "no hacer nada". Sin embargo, están convencidos de que Felipe González irá madurando la situación, "que fue un batacazo grande", y finalmente adoptará medidas.

En el entrno de La Moncloa se señaló a Servimedia a este respecto que la consigna del líder socialista es "mantener la calma y no tomar decisiones precipitadas", pero no descartan que pueda haberlas tras el verano, una vez pasada la resaca electoral.

Los dos sectores de la Ejecutiva -renovadores y guerristas- coinciden en que sería descabellado convocar en los próximos meses elecciones generales.