En un artículo que publica en el último número de la revista "Temas", Dorado aprovecha el caso de Valencia para advertir de que el resultado del PSOE en las próximas elecciones depende de que se sepa captar el apoyo de todos.

"Para recoger todo el viento favorable ciudadano, hay que desplegar tdas las velas (es decir, hacer participar integradoramente a todos en el esfuerzo en el posible éxito) y tener un proyecto claro y movilizador", señala.

"Por eso", añade, "cuando uno ve el espectáculo dado en el Congreso del PSOE en Valencia por la Comisión Ejecutiva Federal (por los cuatro ejecutivos que han actuado directamente en ese congreso: Ciscar, Lerma, J. Frau y A. Noguera con tres posiciones distintas) y especialmente por el Secretario de Organización (más bien de desorganización) del PSOE, iendo juez y parte, y caciqueando (¡para cuándo las incompatibilidades internas!) y además perdiendo, a pesar de que la gestora anterior estaba instrumentada por él, a uno le entran enormes dudas sobre la capacidad actual de invertir la situación".

"Y más dudas", agrega, "cuando la solución al descalabro y al fraccionamiento vuelve a ser la del ordeno y mando y la de que paguen justos por pecadores, olvidándose de que siempre es mejor para la vida de una organización una opción democrática minoritaria aunque no se entienda como la correcta (o la preferida), que la imposición autoritaria y la ausencia de consecuencias políticas del desaguisado en la Comisión Ejecutiva Federal, como viene demostrándose repetidamente en el caso concreto del PSPV, lamentablemente".

Dorado extiende sus críticas a "la tragicomedia, propia de los Hermanos Marx, de Ceuta y Melilla, en la que además del papel lastimoso desempeñado por algunos seudosocialistas y por algunos responsables del PSOE, hay que señalar que esa sitación política de clara corrupción moral es un mal que hay que atajar desde todos los frentes y desde todos los partidos o no habrá fuerza moral alguna para sostener esas ciudadades como españolas en el futuro".