Guerra recordó que en la Alemania de los años treinta "se descubrió una manera de descalificar mediante un aparato de propaganda muy fuerte a todos los que no apoyaron una fórmula concreta", en alusión a la ideología nazi de Adolf Hitler. "Nose puede comparar aquella fórmula con ésta, pero la técnica es la misma", comentó.

En el marco de la inauguración de una exposición sobre el dirigente histórico socialista Fernando de los Ríos, Guerra advirtió de que este intento de "degradación de la vida pública conduce siempre a un terreno malísimo, en el que pagan todos", incluidos los impulsores de la campaña, porque la sociedad "va a sentir repugnancia de un partido que gobierna y utiliza las técnicas de los años treinta en la Europa Central". Por otra parte, Guerra apoyó la idea de la dirección del PSOE de que es contraproducente que Izquierda Unida se presente en las provincias donde no obtiene escaño e impide que lo consiga el Partido Socialista. Guerra aseguró que se trata de una vieja teoría que él sostuvo siempre, según la cual se debería garantizar a la coalición los senadores de estas provincias a cambio de que no se presente al Congreso. Según dijo, sin quitar ningún diputado a IU el PSOE tendría catorce más y la coalición tendría caorce senadores.

Guerra también se refirió a la negativa del presidente del Gobierno a recibir a los presidentes autonómicos socialistas, y consideró que se trata de "una prueba de sectarismo que descalifica moral y políticamente a un presidente del Gobierno" y le deja "carente de autoridad".

Guerra, que es diputado por Sevilla, advirtió a José María Aznar que los ciudadanos andaluces le verán "como una persona moralmente descalificada porque su sectarismo le lleva a una aberración". Además, estim que los medios de comunicación no hubieran tolerado esta actitud si el presidente del Gobierno fuera socialista. "Hubieran armado una tremenda. Ahora, parece que hay un colchó de amortiguación y se trata con mayor benevolencia", indicó.

Finalmente, Guerra se mostró convencido de que el PSOE puede ganar las próximas elecciones generales y expresó su absoluta disposición "a hacer lo que siempre he sabido hacer, que es movilizar al electorado en la medida en que se pueda movilizar con mis palabras y misacciones, y lo voy a hacer con muchísimo gusto".