LA GUERRA CIVIL NO FUE "UNA LUCHA DEL FASCISMO CONTRA LA DEMOCRACIA", SEGUN EL HISPANISTA NORTEAMERICANO STANLEY PAYNE
- Dice que los escándalos políticos previos a la contienda no fuero "nada" comparados con los de la etapa González
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El hispanista norteamericano Stanley G. Payne afirmó hoy que la Guerra Civil Española "no se puede entender como la lucha del fascismo contra la democracia" ni como un conflicto de buenos contra malos, sino de "malos contra malos".
En su intervención en la jornada inaugural de un congreso sobre la guerra civil organizado por la universidad privada San Pablo-CEU, Payne dijo que se puede admitir que hubiera una "cierta dosi" de fascismo en el bando insurgente, pero no que hubiera democracia en el lado republicano.
Su tesis es que durante la República había una situación representativa exclusivamente para la mayor parte de las fuerzas de las izquierdas, no un gobierno parlamentario y constitucional.
Respecto al presidente Niceto Alcalá Zamora, este profesor de la Universidad de Madison (Wisconsin, EEUU) considerado uno de los mayores expertos en historia contemporánea española sostiene que fue "manipulador, personalsta y egocéntrico".
"Parece que planeó la destrucción de Lerroux y del Partido Radical con su manipulación de los escándalos triviales de 1935, que no fueron absolutamente nada en comparación con los de los gobiernos de Felipe González", señaló.
VIOLENCIA Y DESORDEN
De Manuel Azaña dijo que, aunque ha sido frecuentemente aplaudido por las izquierdas, hizo muy poco para reducir el estallido de la guerra.
Payne opina que "la violencia y el desorden" previos a 1936 fueron fundamentales en la rosión de la democracia republicana.
A su juicio, la dicotomía fascismo-antifascismo en España es "uno de esos grandes tópicos". "El antifascismo se desarrolló entre los años 1933-34 cuando el verdadero fascismo español era algo insignificante".
Payne cree que lo que denomina izquierda "revolucionaria" consiguió fomentar una oposición que en los años 1936-37 llegó a parecerse a un verdadero fascismo. "Esto desembocó en una situación en la que no se podía hablar de buenos contra malos, sino, en téminos democráticos, de los malos contra los malos".
Próximo a esta teoría, otro historiador invitado en el congreso Ricardo de la Cierva, ha manifestado que la reciente condena del golpe fascista aprobada por el Congreso de los Diputados es el "disparate máximo".
"Entiendo que las Cortes no son el cuerpo legitimado para dar opiniones históricas. Considero que hay un intento muy claro de destruir la memoria histórica de los españoles", comentó.
(SERVIMEDIA)
11 Nov 1999
JRN