El interés por la suerte del "Guernica" alcanza a los visitantes extranjeros, entre ellos japoneses, ingleses y alemanes, muchos de los cuales están al tanto de la polémica y preguntan a los empleados del museo sobre el futuro del cudro.

Ese mayor interés no se ha traducido, sin embargo, en un aumento significativo de las ventas de los "souvenirs" comercializados en las tiendas del propio museo que tienen como fuente de inspiración al "Guernica".

El "Guernica", que es probablemente el cuadro más utilizado con este fin, sirve de motivo para imágenes y leyendas de camisetas, bolígrafos y lápices, postales, puzzles, posters y cerámicas.

De otro lado, 16 personas habían estampado su firma durante las primeras horas en que e Museo Reina Sofía puso a disposición del público un escrito para expresar su oposición al traslado del "Guernica" al Museo Guggenheim.

El museo no colocó ayer el escrito en un lugar visible, sino que sólo lo facilitó, en la puerta de entrada de la pinacoteca, a los visitantes que lo pidieron expresamente, lo que podría explicar el escaso número de firmas recogidas.

El escrito señala que los firmantes están de acuerdo con las razones técnicas aducidas por el Reina Sofía para no someter al cuadro l riesgo que un viaje supondría para su adecuada conservación.

La emblemática obra de Picasso, que los visitantes pueden contemplar a unos metros de distancia tras un cordón de protección, está protegida por cuatro vigilantes jurados uniformados, además de personal de seguridad camuflado entre el público. Sensores electrónicos, cámaras de vídeo y un muro blindado completan las medidas de seguridad.