Se trata de la segunda operación en importancia de estas características realizada a lo largo de 1999, después de que el pasado mes de junio se interviniera en Barcelona una partida alorada en más de 1.000 millones de pesetas.

La actuación de los agentes de la Guardia Civil tuvo lugar el pasado 20 de diciembre en dos tiendas y sus respectivos almacenes de la capital valenciana. El juez ordenó el precinto de más de 100.000 unidades de citas de audio y de vídeo y discos compactos regrabables, así como varios apartados de sonido.

Todos estos productos habían llegado a España desde Extremo Oriente, previa escala en el Reino Unido, en calidad de material electrónico. Estas cintaseludían el canon por copia privada, la compensación que la ley establece para los autores por la grabación de sus obras para el consumo privado.