LA GUARDIA CIVIL REQUISA UN AGUILA EN UN RESTAURANTE DE ZARAGOZA
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Miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil requisaron el pasado 31 de julio un águila en el restaurante "Morrison's", situado en la zaragozana calle Roger de Flor.
Al parecer, según las pimeras investigaciones, el águila había sido depositada allí por un cliente, R.L.L., para que fuese guardada hasta que otra persona, cuya identidad se desconoce por el momento, se hiciese cargo de ella.
Ambos habían acordado que el animal sería trasladado a un corral del barrio de Miralbueno, aunque no ha podido determinarse si hubo alguna transacción económica a cambio del ave.
El animal fue entregado al centro de rescate de aves que el Gobierno de Aragón posee en La Alfranca, mientras que el suuesto infractor de la ley ha sido denunciado ante Servicio de Conservación del Medio Natural (COMENA) del Ejecutivo autonómico.
El águila es una de las especies protegidas por el convenio internacional sobre comercio de especies de fauna y de flora salvajes amenazadas de extinción, que se firmó en Washington en 1973 y entró en vigor en España a partir de 1975. Con este convenio, suscrito por más de 100 países, se pretende poner fin a las redes internacionales que comercian con especies amenazadas de etinción.
El Seprona sorprendió también en los últimos días a un vecino de la localidad valenciana de Faura cuando colocaba alrededor de una balsa varios palos untados con liga y una red, con objeto de cazar pájaros.
Los hechos ocurrieron el pasado jueves en "La Dehesa", en un coto de caza de la demarcación de la localidad de Used, en la provincia de Zaragoza. A este vecino valenciano, que fue denunciado ante el Departamento de Agricultura, Ganadería y Montes del Gobierno de Aragón, se le ocuparondos jilgueros -que fueron puestos en libertad-, una red, cinco cepos, una jaula y nueve ganchos.
La caza de pájaros mediante cepos está prohibida por el Gobierno de Aragón y sólo pueden practicarla personas especializadas que cuenten con un permiso, que en este caso no se había solicitado.
No obstante, esta práctica es frecuente en la zona de Used y en otras de la provincia de Teruel, donde se desplazan furtivos procedentes de otras comunidades vecinas, que atrapan pajarillos de canto (jilgueros,canarios, etc.) para después venderlos a propietarios de pajarerías.
(SERVIMEDIA)
05 Ago 1992
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