Los cadáveres fueron localizados en una sima de más de treinta metros de profundidad, ubicada en el lugar conocido como "Poyos de la Masa", del término municipal de Cazorla (Jaén).

De acuerdo con los análisis ralizados hasta la fecha por el Departamento de Medicina Legal de la Universidad de Granada, los restos óseos pertenecen a tres personas, al parecer hombres, y con indicios de violencia externa.

Una de las personas, según los investigadores, tendría una edad entre 20 y 40 años, otra de 17 a 20 años y la tercera de 14 a 16 años.

La Sección de Investigación Criminal de la Guardia Civil de Jaén ha elaborado unos retratos-robot a partir de las características de los cráneos hallados, que han sido distibuidos públicamente con el fin de que alguien los pueda reconocer y, una vez identificados, proceder al esclarecimiento de lo ocurrido.