Según informó hoy la Dirección General de la Guardia Civl, el agente observó cómo un niño de corta edad permanecía inmóvil flotando en el agua, en la piscina infantil, y que empezaba a sumergirse.

Tras saltar a la piscina y sacarlo fuera, comprobó que estaba totalmente inconsciente, muy amoratado y con síntomas evidentes de asfixia.

En este estado, el agente, auxiliado por su esposa, comenzó inmediatamente a practicarle la reanimación cardio-pulmonar durante unos minutos, consiguiendo que, tras vomitar agua y restos de comida, el pequeño reaccionase, iendo trasladado urgentemente al Centro de Salud de Iznalloz, de donde fue nuevamente trasladado al Hospital de Maternidad de Granada, en el que quedó ingresado.

Según el diagnóstico médico, la causa del suceso fue un corte de digestión que le produjo semiahogamiento y taquicardia, y que gracias a la intervención del agente, su esposa y una usuaria de la piscina, no tuvo fatales consecuencias.

En el momento del suceso, el menor se encontraba dentro de la piscina jugando con una regadera, y sus pares, que se hallaban en las inmediaciones, no se percataron de lo sucedido hasta el momento en que el guardia civil comenzó a practicar los ejercicios de reanimación.