La patrulla conjunta, compuesta por tres guardias civiles y cinco gendarmes, detectó a diez kilómetros de la costa una caseta en la que se escondían estos 45 inmigrantes.

Por lo que después se supo, llevaban dos días abandonados en el lugar sin víveres ni prendas de abrigo, en espera de que se les recogiera en vehículos todo terreno para ser trasladados al lugar del embarque.

Este tipo de patrullas hispanomarroquíes se pusieron en marcha el pasado año para mejorar la colaboración entre ambos países en temas de inmigración, a través de la coordinación de los servicios policiales, tanto del norte de Marruecos como del sur de España.