Las investigaciones se iniciaron el pasado día 22 de octubre, cuando agentes del Servicio de Información de la Guardia Ciil tuvieron conocimiento de que se iba a producir una importante transacción comercial, que consistía en la venta de un complejo de 130 bungalows situados en el municipio de San Bartolomé de Tirajana (Las Palmas de Gran Canaria).

Como comprador aparecía una empresa inmobiliaria, una sociedad limitada, que decía que había recibido de unos inversores marroquíes una transferencia de casi 4.000 millones de pesetas para la compra de bienes inmuebles y su instalación en Canarias.

Sin embargo se comprob que carecía de fondos en las cuentas corrientes que tenía en diferentes entidades bancarias, y su capital social sólo era de 500.000 pesetas.

Para documentar la operación, sobre un cheque original bancario, falsificaron las firmas del personal de la entidad de crédito. Este cheque fue sustraído de una sucursal de La Laguna. A fin de ofrecer más garantías al vendedor, aportaban cartas dirigidas a la entidad bancaria donde ordenaban las transferencias a favor del comprador.

La operación se iba a ralizar en una notaria de Las Palmas de Gran Canaria, un viernes por la tarde, aprovechando que no se podía comprobar la licitud de los efectos cambiarios y documentos presentados en la entidad bancaria. En este acto el comprador e intermediarios recibirán la cantidad de 700 millones de pesetas en metálico. El precio de la compraventa de fijó en 2.300 millones de pesetas.

Los detenidos son R.LL.P., de 48 años, y vecino de Santa Cruz de Tenerife, y el ciudadano austríaco G.A.K., de 36 años y residente e Santa Cruz de Tenerife. También fue detenida la mujer M.P.CH., de 46 años y vecina de Candelaria (Santa Cruz de Tenerife).