Según informó hoy la Guardia Civil, el modus operandi de A.L.V consistía en localizar a su víctima, para lo cual se hacía pasar por un profesional realizando la "supuesta venta" por catálogo, posteriormente usurpaba el nombre y NIF a una empresa legal para que una vez efectuada la operación no existiesen pruebas en contra del estafador, el cual nunca pagaba la maquinaria.

Para dificultar la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, todas las gestione se realizaban a través de teléfonos móviles y fax de diferentes locutorios, que sólo empleaba en una ocasión.

Hasta el momento se ha detectado el fraude a trece empresas del sector de la construcción ubicadas en la Comunidad de Madrid y Alicante, además de haberlo intentado en otras empresas. Según se constató estas empresas le sirvieron plataformas articuladas, carretillas elevadoras, encofrados, redes de seguridad para obras y casetas por un valor de 1.803.036 euros, que posteriormente vendía.

La investigación continúa abierta para detectar si existen otras personas implicadas en los hechos y recuperar la maquinaria que guardaba en naves que previamente alquiló para el efecto.