Los integrantes de la red comunicaban a las víctimas que podían hacerse con grandes cantidades de dinero si colaboraban con una personalidad de un país africano que disponía de un gran capital.

Las estafas cometidas podrían alcanzar un valor superior a los veinte millones de euros. La operación se ha saldado con la detención de los ocho integantes de la red y la incautación de diversas cantidades de dinero, documentación relacionada con las presuntas estafas realizadas, material informático y cuatro vehículos.

La red utilizaba guías telefónicas para conseguir la dirección de posibles víctimas. A continuación, remitían cartas a los destinatarios seleccionados, esperando que un número determinado de ellos pudiera contestar a sus peticiones e iniciar así los pasos que conducirían a la estafa.

En otras ocasiones, el contacto se realizabaa través de páginas web gestionadas por personas relacionadas con la organización, que entablaban una relación amistosa con las víctimas.

Los integrantes de la red decían pertenecer a una empresa que representaba a familiares de una personalidad de un país africano, que disponían de importantes sumas de dinero depositadas en cajas de seguridad bajo la custodia de empresas ubicadas en España.

Según comunicaban a sus víctimas, estas cajas contenían una cantidad de dinero que podía oscilar entre 2075 millones de dólares. Para disponer de ellos tenían que pagar una deuda contraída con la empresa de seguridad por su almacenaje, así como el seguro para su envío.

Una vez obtenido el dinero, sería repartido proporcionalmente entre los familiares, la empresa y el nuevo colaborador, que podría recibir hasta un 25 por ciento del total. Para ello, estos colaboradores tenían que ingresar determinadas cantidades de dinero en los números de cuenta que les facilitaba la red.