La actuación se inició a finales del pasado mes de febrero, cuando agentes de la Guardia Civil del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de Baleares, detectaron la posible existencia de una banda organizada que se dedicaba a supuestas actividades ilícitas, empleando para ello un novedoso sistema, que consistía en el empleo de tarjetas de crédito, que previamente habían sido robadas y "tatadas" mediante un sistema informático que leía las bandas magnéticas de las mismas, información que era después pasada a cualquier otra tarjeta de crédito.

Posteriormente, dicha tarjeta podía ser utilizada libremente en cualquier compra, sin que su dueño pudiera percatarse de que había sido manipulada, hasta que no recibía un extracto de operaciones de la misma.

Con estas tarjetas manipuladas los detenidos habían realizado estafas millonarias al adquirir, fraudulentamente, multitud de bienes coo televisores, cámaras digitales, equipos de telefonía, joyas y ropa, entre otros.

Las ganancias eran repartidas al 50% entre los defraudadores y los propietarios de los locales de ocio, conocidos como "puntos de compromiso", donde estaban instalados los dispositivos informáticos.

Entre el material que la Guardia Civil se incautó destacan dos dispositivos informáticos con sus respectivos ordenadores para copia y grabación de bandas magnéticas de tarjetas de crédito, 50 disquetes con información sbre falsificación de tarjetas, 45 tarjetas de crédito de diferentes entidades bancarias, cinco cartas de identidad falsa, 12 pasaportes y máquinas de imprenta, entre otros bienes.

La banda estaba compuesta por 4 marroquíes, 3 argentinos, 3 argelinos, 2 italianos, 2 españoles y un turco, con edades comprendidas entre los 24 y los 42 años.

Entre los detenidos se encuentra K.B., de 35 años, de nacionalidad turca, buscado por la Interpol, por un delito de violación y por una condena de 15 años pendiete de cumplir en Alemania.