Lo agentes han intervenido un sofisticado equipo informático capaz de reproducir fielmente los logotipos de las marcas, "software" de grabado industrial para bordados en tela y numerosa documentación.

Tras tener conocimiento de la existencia de un almacén en Sevilla en el que se vendía al público ropa de diferentes marcas, la Guardia Civil entró en contacto con los representantes de las firmas afectadas, quienes confirmaron que la empresa investigada no estaba autorizada para vender dichos productos.

Entre las marcas cuyas prendas eran falsificadas figuran Lacoste, Burberrys, Ralph Laure, Nike, Levis Strauss, Calvin Klein, Cockers, Reebok y Adidas.

Muchas de las prendas que vendía la organización ya habían sido intervenidas por la Guardia Civil y precintadas por orden judicial en 1999, a pesar de lo cual los miembros de la red las sacaron de nuevo al mercado en Sevilla. El taller clandestino donde se fabricaban las prendas estaba situado en la localidad cordobesa de Benamejí.