Según informó la Guardia Civil en una nota, los falsos permisos de conducir griegos eran enviados a España por correo ordinario a través de Bulgaria. El responsable de los envíos remitía los permisos, una vez cumplimentados, con las fotografías y los datos de filiación de las personas captadas por la organización en Sevilla.

Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de mayo, cuando la Guardia Civil tuvo noticia de que varios ciudadanos búlgaros estaban ofreciendo la posibilidad de otener un permiso de conducir griego sin examinarse. El citado permiso podía ser posteriormente canjeado en la Jefatura de Tráfico de Sevilla u otra de Andalucía para obtener uno español.

Una vez localizados los expedientes de las personas que habían solicitado este tipo de canje, los agentes requisaron varios permisos griegos de conducir, que fueron analizados en el laboratorio de criminalística de la dirección general, que determinó su falsedad.

Posteriormente, la Guardia Civil retiró todos los ermisos de conducir griegos que estaban pendientes de permuta, así como los españoles que ya habían sido canjeados.

La organización desarticulada cobraba por la realización de esta operación cifras que oscilaban entre 160.000 y 600.00 pesetas, en función de la categoría del permiso de conducir solicitado. La Guardia Civil solicitará la colaboración de la Interpol para la detención de los componentes de la organización en Bulgaria.