La operación para desarticular la rd, integrada por quince personas de nacionalidad búlgara, portuguesa, angoleña o española, comenzó hace varios meses, tras constatar la Guardia Civil que se producían robos de coches de lujo en varias provincias utilizando el mismo "modus operandi".

Ante estos hechos, el Grupo de Delicuencia Organizada y Antidroga estableció una serie de dispositivos y controles encaminados a detectar este tipo de actividades.

Esta operación permitió conocer que los delicuentes sustraían los coches anulando previmente las alarmas. A continuación forzaban las cerradurras y fabricaban llaves de forma instantánea. Para evitar ser vistos, estacionaban otro vehículo en doble fila.

Una vez que el vehículo era trasladado a su lugar de venta, la red le colocaba una matrícula falsa o duplicada de un país distinto.

A la persona que compraba el coche le suscribían un contrato falso de compraventa, basado en documentación sustraida o falsificada.

Durante la operación, la Guardia Civil efectuó un total de doce rgistros, en los que incautó numerosa documentación, matrículas falsas o rabados, permisos de circulación, tarjetas de ITV, certificados de seguros, herramientos, sellos falsos, armas de fuego y joyas, además de diversos útiles para robar vehículos.