Según informó hoy la Guardia Civil, se pusieron en la pista tras recibir una denuncia presentada por un inmigrante marroquí, en la que exponía que varias persnas le habían retenido bajo amenazas.

En ese momento se puso en marcha la operación "macedonia" que permitió determinar la existencia de una organización ilegal que se dedicaba al traslado de inmigrantes en situación irregular.

La organización contactaba en Marruecos con personas que deseaban entrar en España de forma irregular y a cambio de una cantidad de dinero eran alojados provisionalmente en Ceuta. Tras un período de tiempo, otros miembros de la red les introducían en la península a través e un automóvil.

La deuda contraída con la organización oscilaba alrededor de unos 5.000 euros, que debían ser pagados en dos veces; una al salir de Marruecos y el resto una vez llegados a España, donde eran contratados por empresas agrícolas y de la construcción.