Sin embargo, al especificar lo que significaba para él "disparar al aire" dijo textualmente: "Disparé de frente, según me levantaba, sin disparar a nadie en concreto".

Por su parte, la acusación particulr y popular, en representación ésta última de la Asamblea Cívica de Villaverde, pidió 54 años de cárcel para el procesado por dos delitos de asesinato, uno consumado y otro frustrado, y un delito de tenencia ilícita de armas.

El "disparo al aire" al que se refirió Alonso Salazar, que según los peritos que testificaron en la vista tuvo una "trayectoria horizontal", penetró por la espalda de Miguel Angel Rodríguez Alvarez, de 20 años de edad, causándole la muerte inmediata.

En aquel momento, Antoni Felipe Martínez, amigo de la víctima, se abalanzó contra el guardia civil diciéndole: "Estate quieto, que eso mata", por lo que el procesado le disparó a él también, "a bocajarro y sobre la cabeza", causándole heridas graves, según declaraciones del propio Antonio Felipe ante la Sección 16 de la Audiencia.

Los hechos ocurrieron sobre las 10 de la noche del 2 de julio de 1988, cuando Alonso Salazar se disponía a meter su coche en el garaje de su casa. Al observar que un vehículo obstruía la entrada a icho garaje, indicó a un grupo de jóvenes que estaban bebiendo cerveza junto al mismo que lo retirasen.

A partir de aquí, las versiones son contradictorias. Según el relato de la acusación, Alonso Salázar se dirigió airadamente a los jóvenes llamándoles "drogadictos y delincuentes", pensando que no querían retirar el coche del garaje, cuando en realidad uno de ellos había ido en busca del propietario del mismo, que estaba en una bodega cercana.

PELEA

Ante los insultos, Miguel Angel Rodríguez sedirigió al guardia civil pidiéndole explicaciones y éste sacó una cadena del coche, con la que le golpeó en la cabeza. En ese instante llegó Antonio Felipe, que mantuvo una pequeña pelea con el guardia civil.

Desde el suelo, Alonso Salazar, que se encontraba fuera de servicio y de paisano, sacó una pistola, ante lo que todos iniciaron la huida.

Antonio Felipe Martínez declaró ante la sala que el procesado siguió a Miguel Angel Rodríguez "hasta que le tuvo a tiro, se cuadró, y le disparó".

Fu entonces cuando Antonio Felipe, según las tesis de la acusación, se dirigió contra Alonso Salazar para arrebatarle la pistola, cosa que no consiguió, siendo agarrado por el cuello por el procesado, que le disparó a bocajarro.

Alonso Salazar, por su parte, declaró que la pistola no era ni tan siquiera suya y que la encontró en el suelo después de que los jóvenes le arrastrasen por el suelo 10 ó 15 metros. Una vez cogida el arma, efectuó un primer disparo, "al aire", con la intención de intimidar al grpo.

El guardia civil dijo también que instantes después perdió el arma, al ser zarandeado por varios de los jóvenes, con lo cual no podía precisar "quién efectuó el segundo disparo".