Los representantes del PSOE, CiU, Esquerra Republicana de Catalunya, PNV, Izquierda Unida y Grupo Mixto en la comisión de investigación del 11-M expusieron en rueda de prensa el documento acordado por todos ellos y que contiene una serie de recomendaciones al Gobierno para evitar posibles atentados futuros.

Todos ellos insistieron en que ese documento no es el que cada uno de ellos hubiera deseado, todos han cedido y es, por ello, el que todos pueden consensuar, y están convencidos de que también puede hacerlo el PP.

El mensaje de petición al PP para que se sume contenía también una advertencia, en el sentido de que ésta es la última oportunidad para sumarse a ese consenso, porque el plazo de aportaciones concluirá el lunes a la una de la tarde, y de la reunión del martes saldrá un acuerdo, por unanimidad o por mayoría.

Los grupos coincidieron también en reiterar al PP que no tiene sentido rechazar este documento con el argumento de que carecerá de validez jurídica, porque lo importante de todo lo que aprueba el Congreso de los Diputados es su valor político, y estas recomendaciones serán vinculantes para el Gobierno por el mero hecho de haber sido aprobadas por el Parlamento.

Especialmente enfático se expresó el representante de CiU, Jordi Jané, al advertir al PP de que los ciudadanos pedirán a los partidos "algo más" que una mera declaración institucional cuando se cumpla un año desde los atentados, y ese "algo más" son medidas concretas para evitar el riesgo de nuevas masacres.

"No podemos hacer más esfuerzos por lograr un consenso", advirtió el socialista Alvaro Cuesta, después de reiterar que todos los borradores han sido entregados al PP y siempre se ha invitado a este partido a hacer sugerencias y aportaciones.

Los grupos quisieron dejar claro también que, a pesar de su deseo de que el PP se sume a este acuerdo para que sea así un consenso total, el documento gozará de toda la legitimidad necesaria en caso de ser aprobado por mayoría.

Este punto fue especialmente recalcado por los portavoces de Esquerra Republicana de Catalunya y del PNV. Joan Puig aseguró que ha sido el PP el que "ha querido quedarse al margen", y Emilio Olabarría aseguró que la discrepancia no es entre dos bloques iguales, sino entre seis bloques por un lado, y uno por otro, que se ha quedado solo.

El diputado de Chunta Aragonesista, José Antonio Labordeta, denunció en nombre del Grupo Mixto el intento permanente del PP de "desprestigiar" la comisión de investigación, y el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, insistió en que este documento tendrá valor político, le guste o no al PP.

Los grupos nacionalistas se mostraron visiblemente molestos con el PP por esgrimir que el PSOE les entregó el documento ya redactado. Olabarría aseguró, por ejemplo, que su grupo recibió los textos después que el PP, pero su voluntad de hacer aportaciones y sugerencias para llegar a un acuerdo permitió que así fuera.

Los argumentos del PP son "meras excusas", insistió Puig, porque el intento de los grupos desde el primer momento, explicaron todos, ha sido eliminar "literatura" y valoraciones subjetivas para reducirlo a medidas concretas, puramente objetivas y asumibles por todos al margen de sus posiciones políticas.

Los grupos explicaron que trabajan en una declaración conjunta que sea aprobada como institucional por el pleno del Congreso en recuerdo de las víctimas de los atentados del 11-M coincidiendo con ese primer aniversario, la próxima semana.

Esa declaración será, según la previsión de estos grupos, independiente de lo que suceda con las recomendaciones al Gobierno y con las posteriores conclusiones definitivas de la comisión.