El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, emplazó a dejar de usar el terrorismo como "arma de confrontación política" y llegar a un acuerdo para que "sea común y que no exista ningún partido de las víctimas", propuesta que mantiene en un voto particular.

Esto supondría un logro añadido a las recomendaciones "felizmente aprobadas por consenso" y que deben aplicarse para resolver algunas de las "flaquezas del Estado", que se mostró como un "queso de gruyere" por sus "agujeros" en materia de seguridad y prevención.

En cuanto a las responsabilidades políticas, acusó al Ejecutivo popular de intentar "convertir la verdad oficial en mentira de Estado", con una tesis que estaba en las antípodas de la realidad, y se felicitó de que la ciudadanía impidiera una "involución democrática" con las movilizaciones y el voto en las elecciones generales.

Jordi Jané, de CiU, recalcó que "hoy el conjunto de la ciudadanía nos exige a todos que, más allá de la confrontación, intentemos dar una respuesta en positivo, que aprendamos de los errores, de los fallos, para construir medidas de futuro desde la unidad, porque no estamos exentos del riesgo".

SUPERAR LA DIVISION

"Lo peor que nos puede pasar es que desde este Parlamento se traslade a la opinión pública una imagen de división. No nos lo podemos permitir", subrayó, por lo que se felicitó de que una parte de las recomendaciones haya logrado unanimidad, aunque criticó la política informativa del Gobierno del PP, porque "la investigación policial no llevaba a ETA", como afirmaron.

El portavoz del PNV en la Comisión, Emilio Olabarría, recomendó "autocrítica" a todos los grupos y advirtió de que la utilización de las víctimas "conduce a la perversión política". Sobre la "manipulación informativa", indicó que es un "eufemismo" para hablar de lo que ocurrió, porque el PP sabía el primer día que "ETA no tenía nada que ver".

Asimismo, recalcó que el Gobierno popular "bajó la guardia" ante el terrorismo islamista porque se pensaba que España era un "lugar de paso", cuando en realidad tenía en "infraestructura logística para operar", y también la bajó con el "autoservicio" de explosivos en Asturias, en el que participaron, además, confidentes policiales.

El PNV ha presentado un voto particular, igual que ERC, cuyo comisionado, Joan Puig, indicó que "algunos saldrán de esta comisión con las espaldas cargadas con la responsabilidad de la manipulación y la mentira, con el dolor de las 194 víctimas", porque temían que "la foto de las Azores les pasara factura" electoral si se conocía la autoría del atentado.

DEROGAR EL PACTO

Aseguró que el 11 de marzo cambió a todos, incluso a ETA, por lo que es una oportunidad para avanzar en el objetivo de la paz que los demócratas deben aprovechar, empezando por la derogación del Pacto Antiterrorista. Preguntó al PSOE "cuántas infidelidades más va a sorportar para darlo por finiquitado" y abrir un nuevo acuerdo de todos.

Luis Mardones, de Coalición Canaria, recalcó que "una de las primeras lecciones ante el terrorismo" es la unidad de todas las fuerzas democráticas, así como la necesidad de impulsar una mayor cooperación "multiinstitucional" y a todos los niveles para prevenir los atentados.

En nombre de Nafarroa Bai, Uxue Barkos subrayó que la comisión ha relatado la "manipulación en tiempo real", en la misma línea que José Antonio Labordeta, de la Chunta Aragonesista, quien recalcó que el Gobierno "sólo pretendía diseñar un acto de fin de campaña electoral", mientras que Olaia Fernández, del BNG, habló de "intoxicación" preelectoral.