El agresor, Mauricio Triguero, que también impartía clases en el citado colegio madrileño, se enfrenta a una petición de 29 años de cárcel por parte del fiscal.

El movimiento de mujeres, que ejerce la acción popular en el caso, tiene previsto que las asistentes a la vista acudan"rigurosamente vestidas de negro y con una pegatina en la solapa con el nombre de María Esteban", afirmó a Servimedia Ana María Pérez del Campo, presidenta de la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas (FMSD), organización de la que era miembro la víctima.

Las entidades convocantes invitan también a los asistentes a "manifestar su repulsa contra la violencia que se ejerce a las mujeres, que ha supuesto durante el pasado año 81 muertes y 17.990 denuncias por malos tratos". Pérez del Campo apuntó ue realizarán concentraciones en el exterior de la Audiencia "en los momentos que consideremos oportunos".

"Habría que profundizar también en las responsabilidades que han podido tener otras personas que, si hubieran actuado de forma más rápida, más eficaz, a lo mejor hubieran podido impedir que esto sucediera", agregó Pérez del Campo en alusión a los compañeros del centro de enseñanza donde trabajaba la víctima, "puesto que el asesino entregó una cinta donde contaba lo que iba a hacer antes de hacerl, cuando María estaba separada por malos tratos en el juzgado".

"Cuando una mujer dice 'creo que me van a matar' y lo dice muy reiteradamente, hay que hacerle caso, no es una histérica, que es lo que generalmente se dice", insistió.

Para combatir el fenómeno que constituye la violencia contra las mujeres, la presidenta de la FMSD propuso "una pluralidad de medidas". En primer lugar, una labor a largo plazo de educación en la escuela y la familia "sobre principios de igualdad en la relación entre as personas, con independencia de su sexo".

En segundo lugar, "hay que articular ya, para atender los casos que existen, no sólo remedios de emergencia, sino remedios que vayan a hacer un trabajo global e integral de lo que le ocurre a la mujer que está maltratada", dijo la portavoz del movimiento de mujeres.

"Hay un rol de víctima que hay que erradicar, un rol aprendido generalmente de su propia familia de origen, ya que el 95 por ciento de esas mujeres han tenido una experiencia de violencia ensu familia de origen", concluyó.