La campaña 23 de noviembre, día de los bosques autóctonos" se celebró por primera vez en 1996 para denunciar la desprotección de los bosques autóctonos, la mala gestión de las masas forestales y los efectos ambientales negativos de algunos sistemas de repoblación utilizados por la Administración y los particulares.

La Asociación para la Recuperación de los Bosques Autóctonos ha denunciado que "en España se siguen roturando grandes extensiones de bosque y matorral con oscuros intereses".

Asimismo, ha acusadoal Ministerio de Medio Ambiente de desarrollar una política forestal "vieja y nefasta" y ha criticado el borrador de "Estrategia forestal española" elaborado por este departamento.

Para la asociación, la estrategia forestal carece de contenido y no garantiza que se ponga freno a la expansión de cultivos forestales con especies de crecimiento rápido, en detrimento de las especies autóctonas.

Según un informe de Greenpeace, uno de cada cinco árboles españoles está enfermo, y de no adoptarse rápidamnte una estrategia forestal nacional que tenga en cuenta la diversidad biológica, los riesgos de desertización, el papel de las comunidades rurales y los valores sociales, ecológicos y económicos de los sistemas forestales, "podríamos llegar a una sustitución casi total de bosques por cultivos forestales o zonas deforestadas".