L dirección del PSOE en el Congreso quiere acabar con la "laguna legal" que existe en su reglamento, que le impide sancionar comportamientos como el que provocó el pleno del escándalo del pasado 10 de marzo, en el que se vieron envueltos los diputados del PSOE Jorge Cremades, María Teresa Sempere y Alberto Pérez Ferré.

Tras la investigación realizada por el presidente del Congreso, Félix Pons, los dos primeros han sido llamados por la Mesa para que den una explicación como presuntos responsables de habr accionado en repetidas ocasiones el botón de su compañero de escaño Alberto Pérez, durante el pleno en que se votaron las enmiendas a la ley de Medidas de Fomento del Empleo. Cremades y Sempere barajaban hoy la posibilidad de negarlo todo en sus alegaciones a la Mesa, según algunas fuentes socialistas.

Ni el Reglamento del Congreso ni los estatutos del PSOE contemplan ninguna sanción para este tipo de actuaciones. Cada vez que se ha suscitado una modificación del Reglamento de la Cámara en este sentdo los grupos mayoritarios se han enzarzado en un cruce de acusaciones que ha impedido la reforma.

Ahora, según López Riaño, el Grupo Socialista está decidido a acabar con esta laguna y va a proceder a reformar próximamente sus estatutos, para incluir una sanción contra este tipo de acciones fraudulentas que incluso podría llegar a la expulsión del partido.