Este grupo inversor recibirá como garantía acciones de las filiales de Viajes Meliá en América Latina, y tendrá la posibilidad de acudir preferentemente a la compra de una participación de la compañía.

Esta información le fue comunicada ayer a UGT, mayoritario en el comité de empresa, tras reunirse con el consejero de Viajes Meliá, Peter Von Wussow. El sindicato está dispuesto a desconvocar la huelga anunciada para la próxima semana enel momento en que se firme el contrato que certifique esta aportación financiera.

Las fuentes sindicales consultadas indicaron que esperan conseguir el compromiso por parte de la empresa de utilizar esos 200 millones en pagar dos nóminas, de las cinco que Viajes Meliá adeuda a sus trabajadores (las dos primeras las tramita el Fondo de Garantía Salarial), así como las necesidades más perentorias para que la empresa pueda seguir funcionando.

Asimismo, indicaron como fecha límite para conseguir un auerdo con los acreedores el 16 de febrero, ya que lo consideran prioritario para que pueda entrar nuevas aportaciones de capital que refloten Viajes Meliá, ahora en suspensión de pagos.

El comité de empresa consiguió ayer de la dirección de Viajes Meliá el compromiso de que los trabajadores estarán representados en la venta de la sociedad, así como en una comisión de seguimiento para controlar el acuerdo con los acreedores.

Aún así, UGT tiene la intención de ir preparando los papeles para la extición masiva de contratos, lo que previsiblemente conduciría a la sociedad a la quiebra, como forma de presión hacia la dirección y, en el peor de los casos, para conseguir una suspensión liquidatoria que reintegre parte de lo que se adeuda a los trabajadores.