Las mujeres, madres de heroinómanos, realizaron una concentración ante lacomisaria de Usera, en la Ciudad de Los Angeles, ante la que permanecieron por espacio de hora y media.

Las concentradas emplearon palos, hierros, latas y palmas para exteriorizar su protesta por la progresiva implantación del narcotráfico en la zona.

Entre otros lemas de protesta y denuncia, las madres repitieron en numerosas ocasiones uno que decía "la policía y la droga es la misma porquería"

Al concluir la concentración, minutos antes de las siete de la tarde, las mujeres acudieron al Racho del Cordobés, al punto del asentamiento gitano donde varios delincuentes vendían heroína a unos jóvenes con impunidad y a la vista de todos.

En cuanto las manifestantes llegaron al emplazamiento, un grupo de unos sesenta gitanos, incluidos mujeres y algunos niños, las empezaron a apedreaer.

Cuando los gitanos completaban la agresión y comenzaron a correr hacia el grupo de concentradas, tres dotaciones de la policía nacional les cortaron el paso y, a base de porrazos, lograron dispersar a los itanos.

Una de las madres fue trasladada a un centro sanitario próximo, donde le apreciaron heridas sangrantes en la parte frontal y occipital de la cabeza, causadas por pedradas.