Así lo aseguró a Servimedia Rafael Merino, presidente de la patronal nacional de grúas Aneac, una de las organizaciones, junto con Cepas, convocante de los paros técnicos del pasado verano y de enero de este año, que dejaron a muchos coches abandonados en los arcenes y en lugares habilitados para su depósito.

Según Merino, continúan negociando con las aseguradoras y clubes, y muchos de ellos siguen siendo muy reticentes a subir las tarifas que pagan a las grúas y a cumplir los estudios que sitúan el coste medio de un servicio de grúa en 50 euros, el doble de lo que perciben los gruistas.

"Estamos negociando. No estamos contentos, pero como estamos negociando, de momento hemos decidido pasar la Semana Santa", dijo Merino, quien explicó que sí están haciendo paros selectivos contra algunas compañías y clubes, como a ADA en todo el país y a Autoclub Repsol y Reale en el País Vasco.

Merino indicó que, además de éstos, otras compañías que también se comprometieron a aplicar una subida de tarifas importante este año y que en la práctica están negociando muy a la baja con las empresas de grúas son Pelayo, Mondiale, Elvia Seguro y Aire (de Zúrich).

El presidente de Aneac explicó que también están esperando a que la Dirección General de Tráfico (DGT) conteste a su petición de que las grúas sean consideradas vehículos de salvamento, lo que les permitiría solicitar una autorización al Servicio de Defensa de la Competencia para poder negociar tarifas legalmente.

"Las compañías ya saben que esto se ha cerrado en falso y que hay que hacer las cosas bien; y si siguen con sus pretensiones de apretar, posiblemente volvamos a los paros en agosto. O se arregla bien o la gente queda descontenta y volveremos a tener follón otra vez", concluyó Merino.