La accesibilidad reduce también otros riesgos de la vida cotidiana, como caídas y lesiones en el hogar, a la vez que contribuye a aumentar la autonomía y la dignidad de las personas.

Entre las adaptaciones que pueden hacerse en la vivienda por razones de movilidad, destacan los elevadores de personas mayores y grúas para para personas dependientes que necesitan ayuda para levantarse de la cama o tumbarse.

Una grúa para personas en situación de dependencia puede jugar un papel esencial en sus vidas, ya que aporta un apoyo indispensable para la movilidad y el cuidado diario.

Por un lado, existen grúas eléctricas para funcionar con el mínimo esfuerzo físico, lo que la convierte en la "opción idónea para lugares donde un cuidador necesita asistir a la persona dependiente con frecuencia". Estos modelos tienen un sistema de elevación motorizado que permite hacer movimientos con más suavidad y precisión, lo que disminuye el riesgo de lesiones.

Por otro lado, las grúas hidráulicas son una opción "un poco más económica" en la que se requiere de un esfuerzo manual para usar el mecanismo de elevación, por lo que son perfectas para situaciones donde el uso no es tan frecuente.

También existen grúas de transferencia diseñadas para asistir en el movimiento de las personas de un lugar a otro. Estas grúas son las "idóneas para prevenir lesiones" durante la transferencia y la herramienta ideal en el cuidado de personas con movilidad reducida.

Finalmente, las grúas de baño están pensadas expresamente para facilitar que las personas dependientes y convalecientes puedan participar en su higiene personal "con mayor seguridad", ya que están diseñadas para resistir ambientes húmedos y que haya un fácil acceso a duchas o bañeras.

Otra función diferente es la que cumple un elevador de personas mayores desde el suelo, que se trata de un dispositivo hecho para ayudar a las personas mayores o con movilidad reducida a levantarse del suelo con seguridad y eficacia.

En este sentido, este tipo de elevadores pueden ser manuales, funcionando con sistemas de manivela o bomba; eléctricos, equipados con motores que ofrecen un levantamiento suave y sin esfuerzo e idóneos para un uso habitual; e hidráulicos, los cuales emplean un fluido para crear la presión necesaria para levantar al paciente, combinando eficiencia y seguridad.

Finalmente, los fabricantes recomiendan "seguir las instrucciones" de uso para garantizar que se mantengan en buenas condiciones, así como entrenar a los cuidadores para garantizar la seguridad, hacer mantenimientos regulares y comprobar con frecuencia el estado del equipo para prevenir accidentes.