Al no haber concluido todavía la campaña de vacunación, los laboratorios no puede saber si el producto distribuido será consumido en su totalidad o si sólo se ha producido un adelanto en la demanda de inmunización.

En el caso de que se produjera una solicitud de más producto por part de una comunidad autónoma, las compañías buscarían en el resto de países de Europa las dosis necesarias, que serían distribuidas con la presentación del país de procedencia, en el mercado público y tras la autorización del Ministerio.

Las mismas fuentes explicaron que sería imposible producir más dosis, ya la fabricación de vacunas, a diferencia de lo que ocurre con el resto de fármacos, es mucho más lenta y va desde los 6 a los 22 meses.

En el caso de la gripe el proceso es más rápido y el prodcto está en el mercado en agosto, una vez que la OMS da las cepas en enero.